LOS JARDINES DEL VICTORIA
El lugar que hemos elegido para celebrar nuestra boda es muy especial, un verdadero tesoro: Los Jardines del Victoria.
¿Por qué Victoria? Porque es mi tía, la mente maestra detrás de este idílico dueña salón de celebraciones junto a mi tío Paco.
Estas maravillosas personas encarnan la esencia del esfuerzo y la derterminación, demostrando que el éxito en la vida se logra con trabajo duro y pasión, sin que nadie te de nada hecho.
Desde una temprana edad, mis tíos comenzaron a labrarse un camino en el mundo laboral. A los 14 años, ya se desempeñaban modestos empleos, como botones en hoteles de Alicante. Quién iba a decirle a ese niño que cargaba maletas, que acabaría construyendo un imperio de la restauración.
Pues sí, poco a poco, aprendiendo de los mejores en las cocinas, se convirtieron en dos cocineros de puta madre (como diría mi chochi (Georgy)). Con mucha ilusión y trabajo duro, lograron hacerse con la gestión del restaurante del Casino de La Alberca, ganándose el aprecio de toda la comunidad y convirtiéndose en un punto de referencia en la zona.
Un día, mi tío Paco estaba volviendo a casa cuando vió un restaurante en venta. Sin pensárselo dos veces, dijo a mi tía que iba a comprarlo. Mi tía, por supuesto, dijo que ni hablar. Os dejo adivinar lo que hizo… Mi tía casi le pide el divorcio!
Y así nació el restaurante Victoria.
Con su primer restaurante en propiedad, y espero que tras un buen regalo de mi tío a mi tía, se remangaron las mangas de la camisa y se pusieron a hacer lo que mejor sabían: trabajar y cocinar. Y casi 30 años han pasado desde entonces, marcados por esta bella historia de amor y valentía.
Sus tres hijos, Toñi, Maria José y Juan Francisco, se unieron al negocio familiar, contribuyendo a construir algo mágico: un lugar acogedor, tradicional, reconocido por su alta calidad y, sobre todo, impregnado de amor, entusiasmo y esfuerzo.
Más tarde, su incansable trabajo les permitió agrandar su negocio. Porque, como me dijo mi tía cuando yo estaba dudando si lanzar mi empresa, “Carmen, en la vida hay que arriesgar”. Así, construyeron un pequeño salón de celebraciones que, poco a poco, se ha convertido en el majestuoso “Los Jardines del Victoria”.
El restaurante Victoria sigue a día de hoy siendo uno de los mejores (si no el mejor) de la zona, ofreciendo a cientos de comensales diarios una cocina auténtica y local que ya es difícil de encontrar.
Y Los Jardines del Victoria, ya los veréis, es un sitio especial, ¡simplemente extraordinarios!
La gente los quiere, ¡y es que es imposible no hacerlo!
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